Todos somos susceptibles de caer en algún vicio como pueden ser el tabaco o el alcohol. Lo que en un principio surge como un placer, acaba convirtiéndose en una compulsión que nos hace daño y nos cuesta dejar.
Dejar un vicio es algo difícil, que requiere de una fuerte voluntad. Existen personas que, de la noche a la mañana, son capaces de abandonar el vicio que les perjudica sin mayores problemas, pero este tipo de gente es una minoría privilegiada con un auto control que no es en absoluto frecuente encontrar.
Lo más común es que las personas que intentan dejar sus vicios pasan meses de desesperación probando todo tipo de técnicas y recayendo una y otra vez en su mismo y perjudicial hábito que, al final, no hace más que dañar.
Este ritual, con vinagre, procura, mediante la simbología, alejar el vicio. Sin embargo, es importante, como primer paso para erradicar cualquier adicción, desear realmente alejarse de ella. Una vez se tiene claro ese objetivo, se puedo realizar el siguiente ritual:
Extender un paño blanco en una mesa y dejar un símbolo que represente el vicio (por ejemplo un tabaco en el caso del cigarrillo o una pequeña botella en el caso del alcoholismo) dentro del paño. Cerrar el paño atando sus esquinas a modo de bolsita.
Sumergir la bolsita en el vaso de vinagre. Besar la bolsita por la parte opuesta al nudo y recitar una oración. Dejar la bolsita en una encrucijada sin mirar hacia atrás y no volver a pasar por ella en lo que quede del día.
Repetir siete veces, en voz alta, cada vez que se sienta la tentación de recaer en el vicio lo siguiente: "Ha quedado atrás y ya no regresará"
Es recomendable practicar este ritual en sábado con la Luna en cuarto menguante. Saturno es el regente del sábado y sus significados están asociados al tiempo, la constancia la perseverancia y la corrección personal.
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